Archivo Histórico Genaro Estrada 


Uruguay

 

En febrero de 1973 quedó institucionalizado en Uruguay el poder militar con la creación del Consejo de Seguridad Nacional. En junio el presidente Juan María Bordaberry en contubernio con los militares dio un autogolpe de estado. Se disolvieron las cámaras, se ilegalizaron los partidos y grupos políticos y, en el marco de una escalada represiva se conservó una fachada civil hasta 1976.

En este contexto de represión la Embajada de México en Uruguay desde 1973 fue recibiendo a los ciudadanos uruguayos y de otras nacionalidades que solicitaban asilo político. Aunque para algunos de ellos las respuestas por parte de las autoridades uruguayas serían desalentadoras. Así, conforme avanzaban las semanas, el número de personas que acudían a la representación mexicana para pedir ayuda y buscar protección, se fue elevando de forma considerable.

Se estima que la embajada mexicana recibió poco menos de 400 solicitudes de asilo. Algunas bajo el mandato del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados que, incluso, eran de ciudadanos que se encontraban en otros países vecinos como Argentina o Brasil.

De entre tantas personas que solicitaron asilo político, personas con distintas profesiones, pero con el común de ser perseguidas por cuestiones políticas, mencionamos las de los periodistas Carlos Borche y Carlos Martín Puchet, la de la historiadora Lucía Sala de Touron, que son ejemplos de gente mayor que tuvieron que empezar de nuevo en México. O el caso de Antonio Nelson Vieyte, quien era perseguido tanto por las fuerzas opresoras del gobierno uruguayo como por los tupamaros.